PERRO ROTO

ANECDOTA LABORAL

El otro día, en el trabajo, descubrí que la maquina de troquelar no terminaba de funcionar como yo quería, así que se lo comenté al jefe, y este me dijo, que con mucho cuidado, bajara y conversara acerca de la página con el señor este, así que cogí el reproductor para poder probar el cubierto trasero, lo cual no sirvió de nada, porque Giuseppe, el día anterior había retirado todo lo necesario. ¿Que hice entonces?, claro, no tuve mas remedio que introducirlo hasta la cavidad central del extremo sur. Antes de nada, hay que dejar claro que aquel día estaba nublado, que si no lo digo, no vais a entender nada. Cuando salió del espacio que había dejado para la caída del tornero, la cosa siguió sin funcionar, así que perdí la calma, y grité "Joé Yufina, no te rías que estas moviendo la cama", a lo cual me respondieron con un sonoro aplauso, porque había que reconocer que la chiguita y aburría con tanto subir y bajar al vestuario mientras los demás no parábamos de pensar en la solución definitiva al problema que nos acuciaba. Total que al final tuvo que venir el delegado de la zona norte para ver por si mismo que aquello no podía seguir así, y nos dijo que dejáramos tranquilo el motor del plato succionador y que por lo demás no nos preocupáramos que las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado estaban en camino, y acto seguido llamó a su primo, que había quedado con el para jugar al squash. Y así nos quedamos, con la que estaba callendo. Total, que hasta que no vino el hijo, no nos pudimos marchar.

LA JEIDI PATAS LARGAS

Es un dia soleado y caluroso, y Jeidi camina por el bosque hacia casa de su abuelita. Va muy alegre y excitada porque los pajarillos cantan a su paso y los insectos revolotean a su alrededor, y todo eso le produce un placer que hasta el chochete se le hace mortadela. De pronto surge en su camino el lobo feroz, todo el bosque queda en silencio y el lobo se dirige a Jeidi para saludarla:
-Hola Caperucita, a donde vas tan fresquita,¿a casa de tu abuelita?.
-¡A que me cago en tu puta madre, ahora me confundes con caperucita! Yo soy la Jeidi, atontao.
-Ay, chica perdona, que os confundo a las dos... Claro, como vestis las dos como putas.
-Venga lobito no me provoques y quitate del medio, que al final vas a ir caliente pa casa. -Tras deshacerse del lobo despues de la discusión Jeidi continuo su camino hacia casa de su abuelita, cantando y pegando saltitos de alegria. Pero de pronto volvió a aparecer el lobo:- Oye Jeidi, no he podido evitar mirarte mientras saltabas, y he visto que no llevas ropa interior debajo de la minifalda, así que tienes que tener la pochetita bien fresquita... ¡eso que es para comertela mejor!
- Mira lobete, que estas echo un lobete. Pasa de mi porque no voy a follar contigo, que no eres mi tipo.
-¡Pero no seas tonta, tú no has visto la vara que gasto!
-Que todo lo que tu quieras, pero que no me gustas que eres muy peludo.
-Osea que a ti te gustan esos que se depilan, los metrosexuales de los cojones.
-Hombre claro, no me vas a gustar tú con esa pelambrera que llevas, que pareces un indocumentao. Venga y ahora quitate de mi camino que ya tengo ganas de llegar. -Jeidi continuo andando hasta llegar a casa de su abuelita y allí llamó a la puerta. -¡Pom,pom,pom! ¡Abuelaaa, abre ya la puerta que estas mas sorda que una tapia! -Al fin la abuela abrió la puerta:- Ay tranquila hija, que manera de tratar a tus mayores.
-Ya lo siento abuela, pero es que vengo histerica con el lobo feroz, que no me quería mas que chingar.
-Que lobo, ¿aquel que viene por ahí con la chorra tan grande? Pues ya eres tonta, si estuviera yo en tu lugar...
-El lobo oyendo esto se acerco a la abuela y le dijo: -Asi señora que le ha gustado mi rabo. Pues ala tire para dentro, que aunque este viejuna le voy a dar chicharrilla, que como decía mi padre a falta de pan buenas son tortas. -La abuela fuera de sí por la exitación, metio al lobo dentro de la casa y se pusieron a follar como posesos. Mientras, Jeidi que se había quedado fuera, se puso a mirar al cielo y dijo en voz alta: - Y ahora ustedes los lectores pensaran que mi abuela es puta...¡Pero más puta era mi madre, y ahora se ha metido monja!