DIOS Y JOSÉ SE ENZARZAN

DIOS: Hola José, que tal.
JOSÉ: ¡Hey, que vida el hombre!
DIOS: Que qué vida. Pues la verdad que jodida, porque entre unos y otros me estais haciendo el avión, pero de que forma.
JOSÉ: ¡Ahí va, pues que te hecho yo compadre!, que noto como un poco de resentimiento hacia mi persona.
DIOS:¡Tú tienes más cara que espalda!. ¿Todavía tienes la jeta de preguntarme lo que has hecho? Será que ves normal ir tirandote a todo el que se menea y sin ningun tipo de miramientos. Vamos, que lo mismo te da arre que so.
JOSE: Pero bueno, y eso que tiene de malo, si el sexo fué tu gracia. O al menos así le llaman algunos. ¡La gracia de Dios!
DIOS: Mira no me vaciles, que aquí el que quiere hacer la gracia eres tú. Y a mí se me ríen los huevetes, así que no te pases de listo que al final te voy a tener que enderezar las costillas.
JOSÉ: Venga hombre, no te enfades compañero, que te pones como los Hunos , y tampoco creo que sea para tanto.
DIOS: Mira, que ahora mismo no me voy a poner a discutir contigo sobre tu comportamiento, ya que tengo problemas mayores. Lo que sí que te voy a exigir es que dejes en paz a Teresa la de Calcuta. Más que nada, porque le he prometido a Gabriel que hablaria contigo para que la dejaras, a cambio de un favorcillo que me tiene que hacer.
JOSÉ: Sí, pues lo teneis más claro que la uva. Yo a esa no la dejo ni por todo el oro del mundo. ¡Vamos hombre, pero si es mi chiquilla favorita! Mira, lo tiene todo. Está buena, en la cama se mueve como las culebrillas, y encima es tan limpia que el potorrete le huele a rosas. Con ese curriculum. ¡Como la voy a dejar!
DIOS: ¡Mira tío guarro, que no me interesa cómo le huele el potorrete a Teresa! Además, no te he pedido que dejes a Teresa. ¡Te lo he exigido, y si Dios te exige algo le tienes que obedecer! ¡Porque si no te puede eliminar en cero coma tres! No sé si lo habras pillao... ¡ Cara antigua!
JOSÉ: Heeee, surfurate gordi. Que te va dar mala tos como sigas así.
DIOS: ¡Mira, a mí no me vaciles que te hundo en la miseria!
JOSÉ: Oye baja el piston... Mira lo mejor va ser que entres en mi casa, eches un bocado, y hablamos todo, tranquila y relajadamente.
DIOS: ¡Si ya! Tú te piensas que yo soy de ayer. A tu casa no entro ni jarto perica. ¡O que te piensas, que no sé ya que al todo el que entra le pones el culo como la bandera de Japón! ¡Só hijo de puta!
JOSÉ: Venga, entra y no te hagas el frigido, tontorrón. ¡Que vas a gozar más que un chiquillo con zapatos nuevos!
DIOS: ¡Hey, hey! A mi ni te me acerques... que al final te voy a tener que dar matarile.
JOSÉ: ¡Ay, mare! Pero como me gustan los tipos duros y violentos como tú... Para luego suavizarlos claro.
DIOS: Mira, me voy a marchar porque al final te voy a tener que dar boleto. Y bastantes problemas tengo ya como para cargarme a un tío. Más que nada, porque luego tu familia me pedira por ti lo que no vales. Y no tengo ganas de jaleos. ¡Eso si, el día que este más tranquilo, vendre para hablar seriamente contigo y te advierto que no seré tan benevolo!
JOSE: Pués hala vete. ¡Pero que no me entere yo que ese culito pasa hambre!
DIOS: Si tu vacila, vacila... ¡Qué el dia que te coja por tu banda vas a cagar mecheros!