DISCUSION DE CRISTO Y PADRE

DIOS: Hola hijiño. Vengo a pedirte que bajes de nuevo a la Tierra, a ver si arreglas el cipote que tienen encima.
JESÚS: Mire padre, de primeras no me llame hijiño, que ya tengo una edad para que se me trate con respeto. Y respecto a lo segundo, a la Tierra va a bajar usted, que yo no bajo. O acaso se piensa que ya no me acuerdo de la que me prepararon la última vez.
DIOS: Joder hijo, de verdad que te estas haciendo un so soso. Ni te gusta que te llame hijiño, ni quieres jugar conmigo al parchis, y encima a nada que te mando me pones pegas. De verdad que esto no puede seguir asi. Al final te voy a tener que aplicar un correctivo.
JESÚS: Mire padre, y con respeto se lo digo. No me toque los pies, que me tiene mas quemao que un buey de paja. Si tienes algún problema con los humanos lo arreglas tú, que pa eso los creaste. Que es que no te vales ni para crear un mundo en condiciones. Tan todopoderoso que te crees, y no eres mas que un berrelao.
DIOS: ¡Mira Cristo de los cojones ! que llevo una mala temporada eh. Que entre unos y otros me tenéis ya con la cabeza loca. Vamos que estoy que mato a un tío. Así que no me tientes.
JESÚS: Padre, no pretendía irritarle. Pero ya le había dicho anteriormente, que después de lo que me paso en la Tierra, allí iba a bajar la próxima vez María Luisa Mirlo, que yo no. O ya no recuerda lo que le dije en la cruz. Aquellos imbéciles escribieron en su biblia que yo había dicho lo de discúlpeles padre porque no saben lo que hacen. Pero usted y yo sabemos que lo que realmente dije fue: disculpe padre, pero la próxima baja su puta madre.
DIOS: ¡Cómo te atreves a hablarme así, no eres mas que un consentido y un sinvergüenza!, tu problema no es lo que te pasó en la Tierra, sino lo que vino después. Porque claro, con la tontería esa de la crucifixión, nos dabas pena a todos y te teníamos en palmitas. Y anda que no te ha venido bien, por un rato malo que pasaste, ahora llevas dos mil años haciendo lo que se te salen de los cojones. Y así has salido, que te has convertido en un vago y un maleante.
JESÚS: Venga, venga, que te estas poniendo muy tonto, así que... hasta luego.
DIOS: Espera que aún no he terminado, tengo unas cuantas cosas más que decirte, que ya me tienes harto.
JESÚS: Que si hombre, que si, ala... hasta luego.
DIOS: No se te ocurra dejarme con la palabra en la boca ¡Cantamañanas!
JESÚS: Venga, venga... hasta luego.
DIOS: En fin... ¡ Pero qué poco me gustas, muchacho!